tag:blogger.com,1999:blog-23116961787230596542024-03-21T08:58:47.784+01:00Filosofía y TorosAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/13197099424688388133noreply@blogger.comBlogger11125tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-88343518721856358692013-07-21T01:33:00.005+02:002013-07-21T01:33:53.316+02:00Intervención del Catedrático de literatura Andrés Amoros en el debate sobre la ILP taurina en el congreso de los diputados de España (11/07/2013)<div class="page" title="Page 127">
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<div class="column">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0_OTbZ2a6GDFIfmH_6ZzfKVOwb2vN5CzVqcaZVCfMYjsFb__0L0FRBe2vta8C1YzOfteOgOdzHBjtbQ5GRc1YGK_OlNQDfGtYJJcNPBq4fuiQA4wNN6mBnZmSvaddfr4cLWLj9Bxxg8w/s1600/congreso-amoros--644x362.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0_OTbZ2a6GDFIfmH_6ZzfKVOwb2vN5CzVqcaZVCfMYjsFb__0L0FRBe2vta8C1YzOfteOgOdzHBjtbQ5GRc1YGK_OlNQDfGtYJJcNPBq4fuiQA4wNN6mBnZmSvaddfr4cLWLj9Bxxg8w/s320/congreso-amoros--644x362.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">Señorías, voy
a intentar concretar lo más posible. Yo no soy un activista protaurino ni antitaurino
a tiempo completo, no he tenido esa oportunidad ni me he dedicado a eso;
simplemente soy catedrático de literatura, me gustan los toros y escribo libros de
toros y de otras muchas cosas, pero voy a intentar aportar razones y datos que
puedan compartir tanto los aficionados a los toros como los que no lo son, si tienen
la buena voluntad de hacerlo.
</span><br />
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;"><br /></span>
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">Antes de nada tenemos que ponernos de acuerdo en una cosa. ¿De qué
estamos hablando? No voy a hablar -creo que aquí no se habla de ello- de la
corrida de toros, ese espectáculo que empieza a las cinco y acaba a las seis, a las
siete o a las ocho. No, estamos hablando de algo mucho más amplio, de algo que
tiene que ver con eso, por supuesto, pero que es más amplio; estamos hablando de
la tauromaquia -ya se ha dicho aquí-, un conjunto de actividades artísticas y
productivas que incluyen también la crianza y la selección del toro de lidia y que
confluyen, por supuesto, en la corrida de toros moderna, etcétera. Voy a hablar de
tres puntos fundamentalmente: primero de la tauromaquia, su valor ecológico,
segundo, su valor económico y, tercero, su valor cultural.
</span><br />
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;"><br /></span>
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">En primer lugar voy a referirme a su valor ecológico, con dos aspectos, el
toro bravo y la dehesa; aunque ya han oído ustedes bastantes, algo les intentaré
aportar. En primer lugar, el toro bravo en sí mismo ya es cultura, no es, como
decían los latinos, natura. Existió un toro primitivo, el Uro o Aurochs, en el centro
de Europa, que desapareció. Solo existe en España, y no es naturaleza, es algo
artificial, es un animal no salvaje, sino un logro portentoso del cuidado y del
laboratorio humano. Según los datos de los profesionales -y digo el origen de los
datos que doy, naturalmente- de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, en el año
2012 nacieron en España 21.000 reses bravas de 140.000 vacas nodrizas en cerca
de 1.400 empresas ganaderas. Les quiero dar una cita -muy pocas-, en cada punto
daré alguna. Hay un veterinario que es considerado el maestro de los veterinarios
españoles, don Cesáreo Sáenz de Egaña, y en su libro, que conviene que lo lean si
no lo conocen -en la colección Austral se encuentra muy fácilmente- dice
textualmente lo siguiente: la tauromaquia es la única aportación original de España
a la zootecnia moderna; subrayo, la única aportación original de España. Aunque
claro, yo no suelo venir al Parlamento, pero siempre es buena ocasión para </span><span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt;">aprender muchas cosas; por ejemplo esta mañana he aprendido que el toro es un
animal doméstico, cosa que me ha llenado de regocijo. Por otro lado hay una cosa
evidente, por supuesto, sin la tauromaquia el toro no existiría; el toro no moriría en
la plaza porque no tendría oportunidad de nacer. Les leo textualmente: ¿la
desaparición de las corridas supondría la desaparición del toro de lidia? Respuesta:
evidentemente sí, y no me preocupa en absoluto. Esto es lo que ha dicho esta
mañana el señor Zaldívar. A mí sí me preocuparía muchísimo la desaparición de ese
hermosísimo animal, no me gustaría que quedara reducido en una especie de circo
en un museo o en un parque natural, de ninguna manera. Hay muchos veterinarios
especializados, la inmensa mayoría, que aman la tauromaquia, y aunque lo
biográfico no cuenta nada, sí les digo modestamente que mi afición a los toros nace
de que mi abuelo fue veterinario, y entre otras cosas veterinario taurino. Pero
además tiene valor ecológico porque permite que subsistan las dehesas. Las
dehesas son un espacio natural protegido para el mantenimiento de la
biodiversidad, la prevención de la desertización y la conservación y la flora y fauna
autóctonas. Tiene por supuesto beneficios para las otras especies, es una barrera
contra los incendios y una colaboración contra el cambio climático. Yo no soy
especialista en esto, como en otras tantas cosas, pero he leído algunos estudios
sobre la dehesa. Según los profesores Díaz Campos y Pulido es el ecosistema
agrario español más apreciado y conocido en el mundo, y en el mejor estudio que
yo conozco, el del profesor Ortuño Pérez, se dice textualmente: el binomio toro de
lidia- dehesa nos permite disfrutar de cientos de miles de hectáreas de naturaleza
primitiva. Y concluye el profesor Ortuño Pérez: debe ser motivo para la
conservación de ganado de lidia.</span><br />
<span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
</div>
</div>
<div class="page" title="Page 128">
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<div class="column">
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">En segundo lugar paso a referirme al valor económico de la tauromaquia. El
espectáculo taurino por supuesto es el eslabón final de un proceso en el que se
unen distintas actividades económicas. No voy a entrar en la guerra de cifras, los
profesionales que saben de esto ya han aportado aquí las cifras que conocen, pero
sí les puedo decir que según la Unión de Criadores de Toros de Lidia existen más de
200.000 empleos vinculados directamente al toro bravo y aporta al estado como
IVA de espectáculo una cantidad muy respetable. A eso hay que unirle los cánones
de la explotación de las plazas públicas y por supuesto la repercusión indirecta en
las fiestas. Hay una cosa que quiero aclarar, una falacia muy frecuente: la
tauromaquia no recibe subvenciones directas, como sí las reciben -muy
lógicamente- el cine, el teatro, la música y la danza; y de eso sí entiendo algo
porque he trabado en ello. Todos los años el Ministerio de Cultura hace una
convocatoria oficial de subvenciones al cine, al teatro, etcétera, pero nunca a la
tauromaquia. Sí hay contratos por actuaciones; por ejemplo, si hay un concierto de
Joaquín Sabina o una obra de teatro de Albert Boadella -por cierto, aficionados a los
toros, grandes aficionados- el ayuntamiento de esa localidad puede contribuir a que
exista ese espectáculo. También hay ayudas comunitarias a la ganadería, por
supuesto. ¿Nos molesta eso? Ayer don Enrique Alonso García decía aquí: que el
toro lleva hoy dinero al campo español no es discutible, hoy, puede que
desaparezca.</span><br />
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;"><br />
La conclusión es que la tauromaquia en España es hoy el segundo espectáculo de
masas. Según la SGAE, que me parece que es una fuente fiable, es el espectáculo
cultural que más recauda, casi seis veces más que el cine, tres más que el teatro y
en esa recaudación va implícito, por supuesto, lo que ingresa luego el Estado como
IVA. Por otra parte, es un elemento turístico fundamental. Yo ayer me asusté un
poco cuando escuché en esta comisión, espero que esté aquí el representante de
Unión del Pueblo Navarro, el riesgo que supone para el turismo español la
existencia de la tauromaquia. Es algo terrible porque este año mismo, estos días en </span><span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt;">San Fermín, como ustedes saben, pueden asomarse en la televisión, verán que
como en San Fermín hay corridas de toros y hay encierros y lo sabe todo el mundo,
las calles de Pamplona están vacías. No hay nadie. Es una situación triste,
desértica. No veo ni franceses, ni peñas de suecos, ni de alemanes, ni de
norteamericanos que han leído a Hemingway. Solo unos pocos navarros tristes.
Permítanme la ironía. Es evidente que a unos turistas extranjeros les gustan los
toros y a otros, no, pero la tauromaquia es un elemento turístico fundamental.
¿Quién ha estudiado mejor la repercusión económica de la tauromaquia? El profesor
de teoría económica de la Universidad de Extremadura, Juan Medina. La semana
pasada, el ayuntamiento de Roquetas de Mar, les digo el dato más reciente, dice
que las corridas de toros, la feria en Roquetas de Mar, dejó el año pasado
1.138.697 euros. Les doy el dato concreto. Es decir, según el ayuntamiento, 57
euros dejó en la ciudad por cada euro municipal invertido. La conclusión es
evidente. En un momento de crisis sería suicida desmantelar un sector económico
tan vivo. Les leo solo una cita, no de un taurino, ni de un aficionado, de un
economista, Lorenzo Bernaldo de Quirós: Si los taurófobos lograsen su sueño de
acabar con la fiesta, miles de personas engrosarían las filas del desempleo. ¿Eso es
lo que queremos y que desaparezca también la raza autóctona del toro bravo
español? Sería un riesgo de ruina evidente para el campo, la ganadería, el turismo,
las empresas de servicios, además de un atentado contra la libertad de empresa y
la unidad de mercado.</span></div>
</div>
</div>
<div class="page" title="Page 129">
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<div class="column">
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">En tercer lugar. Valor cultural. ¿Es cultura la tauromaquia? A lo mejor lo digo
porque soy aficionado. No. He recurrido a una autoridad de alguien que no es
aficionado, me parece, me da la impresión. Leo textualmente: Si entendemos la
cultura como el conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida
tradicional de un pueblo, podemos decir que sí, que la tauromaquia ha formado
parte de la cultura de algunos pueblos del mundo y sin duda de la cultura de
España. Son palabras escritas por don José Enrique Zaldívar, a quien ustedes ya
conocen como no muy partidario de la tauromaquia. Pero dentro de eso, la
tauromaquia tiene un valor cultural. Podría dar lugar a muchas conferencias este
tema. Simplemente les enuncio una serie de apartados telegráficamente, creo que
son doce. Valor cultural de la tauromaquia. Primero. Forma parte de la cultura
popular española. Cada uno de ellos si quieren se lo puedo desarrollar en el
coloquio, no tiene problema ninguno. Segundo. Es un elemento esencial de las
fiestas en los pueblos de España. Fíjense en San Fermín. Tercero. Va unido, para
bien y para mal, dirán ustedes, desde luego, a la historia de los españoles. Cuarto,
otra falacia que hay que desmontar. También ha dicho el señor Zaldívar que la
tauromaquia se encuadra en la oligarquía del país. Cita textual. Falso de toda
falsedad. La tauromaquia no es ni de derechas, ni de izquierdas, ni de centro. Ni de
los ricos, ni de la clase media, ni del pueblo. Es de todos, es del pueblo español que
somos todos. Claro, todos los que queremos, porque es una adhesión libre. En una
dictadura se obliga al cien por cien a que voten una cosa. En quinto lugar, la
tauromaquia impregna el lenguaje cotidiano, pero no solo como jerga
especializada. Se usa fuera del ámbito habitual y de modo metafórico en
muchísimos ámbitos. Por ejemplo, en esta casa. Les recuerdo alguna cita. Debate
del estado de la Nación del 13 de mayo de 2009, se pide a Zapatero que coja el
toro por los cuernos. Lo pide don Joan Ridao. El 21 de noviembre de 2007, Artur
Mas dice: En la piel de toro, refiriéndose a España, predomina más el odio que la
concordia. Doña Monserrat Surroca aquí dijo: cambiando de tercio. La señora
Costa: Ha puesto el toro en suerte, que no sea un brindis al sol. El señor Torres-
Mora: Nos ha tocado lidiar en este asunto. Es evidente. En sexto lugar, es un arte
porque busca la belleza, procura la emoción y busca la complicidad con un </span><span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt;">espectador. Séptimo lugar. Ha inspirado a artistas. Por supuesto, es una obviedad
lo que aquí se ha dicho. Que una cosa sea tema de obras artísticas no la justifica.
Eso lo sabe un alumno de primero de universidad, pero es un dato que hay que
tener en cuenta. Si quieren sobre eso podemos hablar todo lo que quieran. Octavo.
La tauromaquia es universal como arte. Les leo la frase del eurodiputado Daniel
Hannan: Si es arte ha de ser universal. No hay que ser inglés para que te guste
Shakespeare. Por supuesto. Pero a la vez, noveno, es una seña de identidad de la
cultura española en el mundo. Nos guste o no es así. Si yo pienso en el jazz, pienso
en Nueva Orleans. Si yo pienso en el renacimiento, pienso en Florencia. En el
mundo entero, si se piensa en el toro bravo, se piensa en España, para bien y para
mal. Diez. El toro bravo es símbolo de España. Por eso se habla tantas veces de la
</span><span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt; font-style: italic;">pell de brau </span><span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt;">del ruedo ibérico, del negro toro de España, que dice Alberti. Número
once. El torero es un héroe popular, encarna valores. Solo un ejemplo concreto. En
esta casa un ministro socialista, Rodríguez Bermejo, fue aclamado por sus
compañeros al grito de ¡torero! No me parecer que le estuvieran insultando.
Número doce. La tauromaquia supone una ética. Lean ustedes el libro de Fernando
Savater Tauro Ética.</span></div>
</div>
</div>
<div class="page" title="Page 130">
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<div class="column">
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;"><br /></span>
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">Se ha hablado aquí del posible problema que tendremos frente a la
Constitución europea. Les recuerdo, la Constitución europea dice claramente que no
cabe intervenir ni en creencias religiosas, ni en cultura popular. En el tratado por el
que se establece la Constitución, artículo 280: Hay que respetar y fomentar la
diversidad de sus culturas. Y en el principio general unidad en la diversidad, un
protocolo diez dice lo siguiente: La protección a los animales deja a salvo el respeto
a las costumbres de los estados miembros relativas en particular a hábitos
religiosos, tradiciones culturales y patrimonio regional. Es decir, la tauromaquia
posee todos los requisitos para ser incluida en la lista del patrimonio cultural
inmaterial de la Unesco. Se ha dicho aquí alguna vez que no se sabía si esto era un
bien mueble o un bien inmueble. No. En la Convención de la Unesco se habla de
usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que las comunidades
reconocen como partes integrantes de su patrimonio cultural. ¿Dónde encajaría la
tauromaquia? Clarísimamente en el apartado segundo, en las artes del espectáculo,
como otras artes del espectáculo españolas que ya han sido reconocidas. Por
ejemplo, el Misterio de Elche, maravilloso. La extraordinaria Patum de Berga, el
canto de la Sibila mallorquina, el flamenco, la cetrería, etcétera. En abril de 2011,
Francia la incluyó en su lista de patrimonio cultural inmaterial y lo ratificó el
Tribunal Constitucional francés. En España, se ha dicho que no se sabía si era un
bien mueble o inmueble. Ley de patrimonio histórico español del año 1985, artículo
46: Forman parte del patrimonio histórico español los bienes muebles, inmuebles y
los conocimientos y actividades que son o han sido expresión relevante de la
cultura tradicional del pueblo español en sus aspectos materiales, sociales o
espirituales. Exactamente la tauromaquia. Clarísimamente trasciende la
tauromaquia, no la corrida de toros de 5 a 7, la tauromaquia trasciende del ámbito
de competencias de una comunidad autónoma determinada. Como actividad
económica corresponde al Estado establecer las directrices globales de ordenación
del mercado agropecuario. Como actividad cultural es competencia del Estado
garantizar la conservación y la promoción de la tauromaquia como patrimonio
cultural de todos los españoles.
</span><br />
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">Hay unos artículos de la Constitución, que se han mencionado aquí
repetidamente, tengo la Constitución, si quieren los recordamos: el 44, el 46, el
149, apartado 2, a la vista de esos artículos, don Enrique Alonso García, que no me
parece a mí, no me dio la impresión de que compareciera a favor de la </span><span style="font-family: Verdana; font-size: 11pt;">tauromaquia, declaró aquí textualmente: El Estado sí tiene competencias, sí puede
intervenir en la cultura a la vista de estos artículos.</span></div>
</div>
</div>
<div class="page" title="Page 131">
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<div class="column">
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;"><br /></span>
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">La conclusión es muy sencilla. Primero, al margen de que seamos o no
aficionados, la tauromaquia forma parte del patrimonio histórico y cultural de todos
los españoles, sin ella, que no tiene porque ser eterna, claro, nada en el mundo es
eterno, cualquier creación cultural, si los españoles deciden abandonarla, pues
morirá ella sola, como cualquier cosa, unos se alegrarán y otros lo lamentaríamos,
no hay nada eterno, es un fenómeno cultural, histórico de libertad, ahora bien, sin
ella sufriríamos una triple pérdida: la pérdida ecológica, el toro bravo y la dehesa;
la pérdida económica y la pérdida cultural, que nos salva en buena medida del
exceso de uniformización. Concluyo con una cita de un ilustre intelectual, el
profesor Tierno Galván, con quien compartí alguna mesa sobre tauromaquia. Dice
Tierno Galván, textualmente: Ser indiferente ante un acontecimiento de tal índole
como la tauromaquia supone la total extrañeza respecto del subsuelo psicológico
común de los españoles. Es algo que no puedo suponer en ninguno de ustedes,
representantes del pueblo español. Por supuesto, se trata de evitar el dirigismo, no
hay que imponer nada, no hay que prohibir nada, nos movemos en un ámbito de
libertad. El Estado, el Ministerio de Cultura, sí puede proteger y fomentar la
tauromaquia en un ámbito de libertad. Como dice Cervantes, nuestro padre común:
Libre nací, en libertad me fundo –dice la pastora Gelasia, en </span><span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt; font-style: italic;">La Galatea</span><span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">. Pues bien,
en ese ámbito de libertad la tauromaquia es un patrimonio al que todos tenemos
derecho a acceder y a disfrutar, si libremente lo deseamos.
</span><br />
<span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">Muchas gracias. </span><span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt; font-weight: 700;">(Aplausos)</span><span style="font-family: 'Verdana'; font-size: 11.000000pt;">. </span><br />
</div>
</div>
</div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13197099424688388133noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-2356785776916597752012-12-15T11:16:00.001+01:002012-12-15T11:16:44.384+01:00El trapío (por Gerardo Diego)<br />
<div>
<br /></div>
<div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNyPNFbzorjIVqVdG3964mDkjKiULhGx2n03DopsUCQhrhlH2U9MRBWGhaetxInMxRErebBdm0Wna2bo-yo_S_DYCvUWuy9ko0W6AOb9Wop1OO-IJF0G5N3ST1o8Cn8monOUXbdumpeIE/s1600/toro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="308" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNyPNFbzorjIVqVdG3964mDkjKiULhGx2n03DopsUCQhrhlH2U9MRBWGhaetxInMxRErebBdm0Wna2bo-yo_S_DYCvUWuy9ko0W6AOb9Wop1OO-IJF0G5N3ST1o8Cn8monOUXbdumpeIE/s320/toro.jpg" width="320" /></a><br />
<br />
<br />
<br />
Cuando el barbas sale al coso<br />
un aliento poderoso</div>
<div>
calienta a todo el gentío.</div>
<div>
Es la fuerza, el nervio, el brío,</div>
<div>
la tragedia al descubierto</div>
<div>
el sentido noble, abierto</div>
<div>
que, con la boca aún cerrada</div>
<div>
aguanta en pié la estocada</div>
<div>
y respeto inspira muerto.</div>
<div>
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-46829817616357712012012-11-22T22:00:00.000+01:002012-12-15T11:16:57.951+01:00¿Qué es una verónica? (Por Gerardo Diego)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVJCIEnQP_sopUStgPXSBys67xYBIjA6UUrUwDuVS_eJJn0txs6IISwQel9nbvTTlE9Xw_14avfZT4jbucCFf10tsTxmSB8bX7D9MEFmS8kj2Y5sAhu9WKdy2xGWvY7m8fu1s7f_rTjek/s1600/veronica.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="291" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVJCIEnQP_sopUStgPXSBys67xYBIjA6UUrUwDuVS_eJJn0txs6IISwQel9nbvTTlE9Xw_14avfZT4jbucCFf10tsTxmSB8bX7D9MEFmS8kj2Y5sAhu9WKdy2xGWvY7m8fu1s7f_rTjek/s320/veronica.jpg" width="320" /></a><br />
<br />
Verónicas gitanas<br />
<br />
Lenta, olorosa, redonda<br />
la flor de la maravilla<br />
se abre cada vez mas honda<br />
y se encierra en su semilla<br />
como huele a abril y a mayo<br />
ese barrido desmayo,<br />
esa playa de desgana,<br />
ese gozo, esa tristeza<br />
esa rítmica pereza...<br />
¡Campana del sur, campana!Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-78907814811506328922012-03-03T13:41:00.000+01:002012-03-03T19:13:28.368+01:00Los toros y la tragedia griega.<span id="internal-source-marker_0.6977798617444932"><span style="font-family: Arial; vertical-align: baseline;"></span></span><br />
<span style="font-family: Arial; vertical-align: baseline;"><span style="font-size: 15px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"></span></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">Schopenauer consideraba a la tragedia griega como la mas elevada de las poesías porque en ella nos enfrentamos ante la existencia en toda su crudeza. En la tragedia el hombre se topa con las ideas en estado puro, nos eleva por encima de la voluntad, nos hace sentir la experiencia de lo sublime.</span><br />
<span style="font-family: Arial; vertical-align: baseline;"><span style="font-size: 15px; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;">Esta nos proporciona, no solo consecuencias estéticas, sino también éticas; nos lleva a clarificar la futilidad de la existencia y a penetrar en lo vano de los deseos, en lo gratuito de las pasiones y en lo superfluo de la voluntad de vivir.
Nietzsche ve en la tragedia una representación simbólica de la sabiduría dionisíaca por medios artísticos apolíneos. Sabiduría dionisiaca como exaltación de la vida, de la fuerza, de la voluntad, de los instintos, de las pasiones.</span></span><br />
<div>
<span style="font-family: Arial;"></span><br />
<div style="font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">
<span style="font-family: Arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidchPDAvbMAytdBY8ZorPYQCmJNKR_i5RgQtXnIPpzPEwc_dtjlobViB2MQc3Ov6rZ89hICaX2I3dEhcg5tRqJK0hh2VmJUpQNhtbxGZio2DtInm7cst-AL0fMqh79rLb4Kpzfg280nEs/s1600/cuadro+mario+pastor+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidchPDAvbMAytdBY8ZorPYQCmJNKR_i5RgQtXnIPpzPEwc_dtjlobViB2MQc3Ov6rZ89hICaX2I3dEhcg5tRqJK0hh2VmJUpQNhtbxGZio2DtInm7cst-AL0fMqh79rLb4Kpzfg280nEs/s320/cuadro+mario+pastor+2.jpg" width="320" /></a>En el arte del toreo se nos representan en toda su crudeza las pasiones, sentimientos e instintos más básicos de la vida. </span></div>
<span style="font-family: Arial;">
</span><br />
<div style="font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">
<span style="font-family: Arial;">En toda su crudeza porque aparecen enfrentados a la muerte. Aparece el miedo, el miedo del torero ante la muerte que en cada lance la esquiva; pero a la vez, baila con ella buscando y encontrando la belleza en estado puro. Una belleza apolínea de trazos armónicos, de movimientos equilibrados, ordenados, proporcionados, suaves y delicados.</span></div>
<span style="font-family: Arial;">
</span><br />
<div style="font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">
<span style="font-family: Arial;">Esta belleza es concomitante a lo arrebatador, y a lo sublime de la muerte que en forma de pitón acaricia su muslo con la banda sonora del bufido del animal y el estremecer de su roce con el trapo.</span></div>
<span style="font-family: Arial;">
<div>
<span style="font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">En el toreo se da la máxima exaltación de la vida para el torero que se la juega en cada pase a la vez que mira de cara a la belleza en estado puro. En este juego el aficionado ve las pasiones en su máxima expresión: emoción, valor, admiración, etc.</span></div>
</span></div>
<div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; font-size: 15px; font-weight: normal; text-align: center; white-space: pre-wrap;">
<span style="font-family: Arial; vertical-align: baseline;"></span></div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK4o3c0UoRyeSpO6RsZbDAecA3IE6zSgUmhkOlZc5uUiTs5Z4OIC1jCaxZzo7eEsRg2wDTGsuUfbdMPlROtX97iD73fmbs97E58mML29xyTE90OYD40qNsNyHZpcNhyxQh6EamyzMjyE8/s1600/cuadro+mario+pastor+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="244" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK4o3c0UoRyeSpO6RsZbDAecA3IE6zSgUmhkOlZc5uUiTs5Z4OIC1jCaxZzo7eEsRg2wDTGsuUfbdMPlROtX97iD73fmbs97E58mML29xyTE90OYD40qNsNyHZpcNhyxQh6EamyzMjyE8/s320/cuadro+mario+pastor+1.jpg" width="320" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK4o3c0UoRyeSpO6RsZbDAecA3IE6zSgUmhkOlZc5uUiTs5Z4OIC1jCaxZzo7eEsRg2wDTGsuUfbdMPlROtX97iD73fmbs97E58mML29xyTE90OYD40qNsNyHZpcNhyxQh6EamyzMjyE8/s1600/cuadro+mario+pastor+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 15px; white-space: pre-wrap;">Pero también máxima exaltación de la vida para el toro, el auténtico protagonista del espectáculo. El toro que para un aficionado representa los valores de la bravura, fuerza, nobleza, valor, sinceridad, poder.
Un animal que se mima desde que nace, que se cuida hasta el mínimo detalle para que se desarrolle en plenitud, libre, con sus semejantes,en grandes espacios, que constituyen su hábitat natural para que, una vez desarrollado, pueda ante una situación límite, enfrentándose a su propia muerte, mostrar todas sus virtudes, toda su dignidad.
Ver un buen toro en la plaza es sinónimo de sentimiento de admiración por el animal en cada uno de los aficionados. Cualquier otra muerte no sería digna de este, nuestro ídolo, EL TORO</span></span><br />
<div>
<i><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Arial;"><span style="white-space: pre-wrap;">(cuadros de Mario Pastor Cristobal</span></span>)</span></i></div>
</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-65488704767335915692012-02-08T20:48:00.001+01:002012-02-08T20:49:41.535+01:00Torero enteramenteLukacs fue un filósofo que vivió a finales del siglo XIX. Un filósofo coherente y comprometido con sus ideas lo que le llevó a enfrentarse a gente poderosa, ganarse demasiados enemigos y como consecuencia no alcanzar el lugar que le correspondía en el mundo de la filosofía.<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh7fYUJf29lc8Rg0xwPg6zZaoylihudMRVUH1-bQo4GgKXd0EVlV33RwH-hrGTLjrFMFxiMK4mp2Zz8UBxNJ0PG39spaNJV47zju_Pzb-WwzVZbZaL7BQtdNgJpUdcmQIsgqp0ixv-oRw/s1600/Manolete.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgh7fYUJf29lc8Rg0xwPg6zZaoylihudMRVUH1-bQo4GgKXd0EVlV33RwH-hrGTLjrFMFxiMK4mp2Zz8UBxNJ0PG39spaNJV47zju_Pzb-WwzVZbZaL7BQtdNgJpUdcmQIsgqp0ixv-oRw/s320/Manolete.jpg" width="264" /></a>Una de sus obras más destacada se la dedica a la belleza y el arte son 4 tomos titulados "La estética" y entre otras muchas cosas comentaba lo siguiente:<br />
El hombre, en su vida cotidiana, del día a día tiene su mente repartida en muchos temas: la familia, su trabajo, amigos, política, vida social, etc a esto Lukacs lo llama "hombre entero". Todo esto le desgasta, le dispersa.<br />
Pero puede llegar un momento donde el hombre concentre su percepción y toda su atención en una sola actividad, que suspenda todas las finalidades prácticas, en ese instante el hombre se vincula 100% a ese quehacer, no hay preocupaciones, no existe nada más que su obra, a la cual está totalmente entregado. Solo cuando se produce un momento mágico así puede surgir el arte. Es entonces cuando el "hombre entero" se convierte en"hombre enteramente"<br />
<br />
Aplicando las tesis de Lukacs dentro del mundo del toro, el torero solo puede ser enteramente torero cuando en una faena llega un momento mágico donde todo lo externo se desvanece, en el ruedo solo está él con el toro, entra en una especie de trance, en su mente no hay nada más, abandonado, entregado a su arte, ya no existe ni su propio cuerpo porque todo fluye, se para el tiempo, entonces se es <b>Torero enteramente</b><br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-47946528684177276332011-12-01T23:37:00.001+01:002011-12-02T00:32:57.176+01:00El miedo<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Quien mejor para sentir lo que es el miedo que un torero. En este caso me quedo con una magnífica descripción de Silverio Perez, un extraordinario matador de los años 30 y 40 del siglo pasado. Toda una institución en su tierra dentro y fuera de los ruedos. </span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El miedo, por Silverio Perez:</span><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">...Pero mejor quiero escribirte sobre algo que conozco mejor que nadie: sobre el miedo, compadre. Y en esta especialidad, ni modo que venga alguien a darme un baño.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pues sí, compadre, tú escuchaste muchas veces, en las palabras de los amigos, que el trincherazo— el mismo de la canción de Agustín—, tenía en mis manos una interpretación trágica porque, aseguraban, los pitones se abrían paso por entre mis pestañas, y que la chicuelina equivalía a morir un poco yo y la afición también.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1rM3Z9KzUQ84DH_LuzNipc8o_440Z_99uVy2fGg4nLkjtve7yNii67iqs5_hPTuhsfrqkqU-OpzYy907G2dAWb-_SpramZ05W_h2B-0Dll2HEYHcWtpIMfhwr7yj1uJ8TIGFPTT8BzMA/s1600/silverio_ni%25C3%25B1o.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1rM3Z9KzUQ84DH_LuzNipc8o_440Z_99uVy2fGg4nLkjtve7yNii67iqs5_hPTuhsfrqkqU-OpzYy907G2dAWb-_SpramZ05W_h2B-0Dll2HEYHcWtpIMfhwr7yj1uJ8TIGFPTT8BzMA/s320/silverio_ni%25C3%25B1o.jpg" width="232" /></span></i></a><i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Y para qué te recuerdo lo que oíste de mis derechazos. Lances y muletazos me situaron siempre a un milímetro de los pitones en el comentario de mis partidarios que nunca admitieron que otro torero se arrimara más que yo.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Algo debe haber de verdad en eso, por más que yo no lo recuerdo muy bien, y si lo hice en la forma que aseguran fue un tanto inconscientemente. Porque nadie va al toro a buscar deliberadamente que las astas se lleven los alamares. Y de paso las carnes, las venas y hasta la vida. Para impedirlo está dentro de cada quien el miedo.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El miedo, compadre, que se experimenta de pronto, como ahogo que detiene el aire en los pulmones, como un gran cansancio que te impide el movimiento, como ansiedad por algo que no se conoce pero que se va acercando para maltratarte, como ganas de llorar sin motivo, de explicar a gritos cosas que se agitan cerca del corazón.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yo empezaba a sentirlo inesperadamente, lo mismo en el patio de cuadrillas que en mi cama, la noche anterior a una corrida. Lo sentía llegar cuando menos pensaba en él, a veces en el burladero, a veces en la exacta mitad de una verónica. Llegaba en forma de escalofrío y me engarrotaba los músculos, como sudor viscoso que hacía resbalar el capote sobre mis manos, como dolor en los muslos y sabor de cloroformo en la boca.</span></i><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ5mA_ln5KlewrdMYBztHwQgL_iraDZM8WUFsPMw6_tYzTysgMY654PvxT0FnsgRiAVjSHMGCt8gmjqqPm-a6zh-wwHqWjiq9C7-w948O6LL2EwM1FGCP_mMHEyTUPJ0ZnSQjxBSdpF0I/s1600/silverio_chicuelina.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZ5mA_ln5KlewrdMYBztHwQgL_iraDZM8WUFsPMw6_tYzTysgMY654PvxT0FnsgRiAVjSHMGCt8gmjqqPm-a6zh-wwHqWjiq9C7-w948O6LL2EwM1FGCP_mMHEyTUPJ0ZnSQjxBSdpF0I/s320/silverio_chicuelina.jpg" width="261" /></span></i></a><i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No sabes compadre, lo que es tener, que ir al toro en esas condiciones, esperando que en cada lance te tropiecen los cuernos y la plaza empiece a girar llena de gritos. No te imaginas lo que es presentir el olor de la anestesia y sentir que por las piernas resbala la vida. Con decirte que se la oye gotear.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yo nunca acepté mi miedo. Me daba coraje y entonces hacía mis cosas olvidándome de los fantasmas. Pero como te digo, de repente, llegaba aquello y entonces se terminaba mi voluntad. Me aplanaba, sencillamente.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">En aquellas ocasiones conseguía dominarlo, sabiendo que no duraría mucho tiempo vencido y que poco a poco se iría imponiendo. Nunca tardaba el mismo tiempo y a veces me dejaba redondear una faena y otras ni siquiera el primer quite, de lo que tardara en apoderarse de mí dependían las orejas.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yo quise entender esto y pensaba al principio que era porque tenía a mí “Negra”, después porque “Poncholín” venía en camino; luego porque sus otros hermanitos habían llegado; más tarde porque el ranchito empezaba a formarse y luego, quién sabe cuántas cosas, pero el caso es que siempre encontraba manera de justificarlo.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Impotente contra el miedo tuve que torear muchas tardes. Cómo luché por imponerme es cosa que solamente yo podría entender. Enfermo de espanto, salía a la plaza ya fuerza de voluntad conseguía los aplausos, con el sobresalto siempre de que aquello me engarrotara cuando mejor sentía mis cosas.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWKJVko-4C-MKihwwie8JY8Q1ZVwlH2Rno5MZDSFqsl6Tko5YYdF_kVqJd2SSOWTyV-RW5n8upI6hkKPUfgCyQJYet8mHtxLzaYBVNu61UgMTlA3YQzH60uUKvP6JgeFRbetQKnfUBh1g/s1600/silverio_cambiada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWKJVko-4C-MKihwwie8JY8Q1ZVwlH2Rno5MZDSFqsl6Tko5YYdF_kVqJd2SSOWTyV-RW5n8upI6hkKPUfgCyQJYet8mHtxLzaYBVNu61UgMTlA3YQzH60uUKvP6JgeFRbetQKnfUBh1g/s320/silverio_cambiada.jpg" width="320" /></span></i></a><i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El miedo es cosa terrible, compadre. Y peor todavía es el miedo de tenerlo. Imagínate, tener miedo del miedo. Hasta parece albur, pero es la verdad de lo que me ocurría.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yo tuve siempre miedo de tenerlo. Y tuve también miedo puro sin complicaciones. Un miedo tan espantoso que muchas veces me obligaba a buscar la cornada para olvidarlo en los vapores de la anestesia. A veces la muerte misma hubiera sido un alivio.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Entre miedo y miedo la fui jalando, hasta la despedida. Y aquí me tienes hoy, tan ignorante del campo como del toro, pero dueño ya de mis nervios, sin el presentimiento cobarde de la cogida, sin otro miedo que no sea de que se me muera un puerquito o se me hiele la milpa.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Espero que estés satisfecho, compadre, con la confesión de tu amigo que te desea incontables faenas al frente de tu revista. Pero sin miedo.</span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></i><br />
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Por: Silverio Pérez, en Siempre!, número 105, 29 de junio de 1955</span></i><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Para saber más sobre Silverio www.silverioperez.mx</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-81800359447073075632011-11-12T19:47:00.001+01:002011-11-14T18:54:21.458+01:00El temple (por Gregorio Corrochano)<br />
El temple pone de acuerdo al movimiento del toro que embiste y el movimiento del hombre que torea. Se templa el instinto con el instinto; para torear hace falta temple. Temple en capote y muleta que se lleva al toro; temple en el brazo que torea; temple en el hombre que torea con el brazo; para torear hace falta ser muy templador. Acaso el temple no esté bien definido y pueda confundirse con la lentitud.<br />
<br />
El temple depende del toro, como todo lo que se hace en el toreo. Si no van de acuerdo el movimiento del toro y la mano del torero, no hay temple, aunque haya lentitud. Tanto se falsea el temple por torear rápido como por torear lento. Si se torea con rapidez, si se lleva el instrumento de toreo a más velocidad del temple del toro, éste puede perder o variar el objeto de su codicia, modificar la cometida, destormarse si iba toreado, y hasta rematar en el bulto. Lo menos que puede acontecer es que la suerte se malogre, no se remate y, por tanto, no se ligue el toreo. Si se torea con lentitud, si se lleva el instrumento de toreo a menos velocidad del temple del toro, éste derrota don de alcance el capote o la muleta, y allí termina la suerte, que no es donde debe terminar.<br />
<br />
Para torear hay que citar en su sitio- la codicia con la distancia, y acompasar el movimiento –acompañar- a la bravura y a los pies del toro, conservando las distancia para que no enganche. Ni con más rapidez ni con más lentitud: con temple. Que una vez podrá parecer rápido si es rápido el toro; y otra vez parecerá lento si el toro es lento, sin codicia, sin poder y sin ganas de pelea. Esto es el temple en el toreo.<br />
<br />
Decíamos días pasados de la necesidad, la eficacia y el mérito de ligar las faenas, los pase de una faena. Para conseguirlo hay que torear con temple. La mayor parte de los enganchones y los desarmes son debidos a que por falta de temple, el toro derrota antes de terminar la suerte. Cuando la suerte no carga y se remata en su sitio, es inevitable que el torero se enmiende, y al enmendarse, los pases sueltos, no se ligan,<br />
porque cada pase es el comienzo de una faena que no se sigue, que se interrumpe, porque como no se lleva al toro toreado hasta donde debe ir, no derrota donde debe derrotar, y la faena se corta. Esas salidas<br />
jactanciosas de la cara del toro, mirando al tendido, son enmiendas para irse del toro, donde no se estaba muy tranquilo, y que el público aplaude porque hemos quedado en que le gustan mucho los retales. En el toreo como en el comercio se hacen verdaderas reputaciones y fortunas con los saldos. Además de todo lo apuntado, son causas de faenas atropelladas los defectos del temple. Cuando el torero es toreado por el toro, cuando no se acoplan, cuando no se entienden, es que tienen temple distinto. No desconocemos que hay toros difíciles de temple. Pero todo depende del temple del torero y del temple del hombre. Si queremos buscar un ejemplo que aclare las definiciones y conceptos tenemos que recurrir a Juan Belmonte. Toro el toreo de Belmonte está tejido con temple. No es que Belmonte inventara el temple (no habíamos llegado a la época de los inventos), es que lo practicó y prodigio con tantos toros, de una manera tan visible, que hizo posible hacer pasar toros que a otros no pasaban. Esto fue lo revolucionario de su toreo; el temple. Nada más. Pero éste nada más encierra mucho temple en la mano, mucho temple en el ánimo. Apuntarlo, toreros.<br />
<br />
Todos los toros, por mansos que sean, ponen un empuje, una fuerza inicial en la arrancada. Aún por instinto, por defenderse, por quitarse el trapo con que le hostigan, todos los toros embisten algo. Lo difícil es<br />
aprovechar “ese algo”, esa pequeña cantidad de esfuerzo para dar el pase. La mayor parte de los toros que no pasan es porque en su débil acometida por falta de bravura o por falta de poder pierden el objeto por<br />
la violencia con que el lidiador les separa capote o muleta. Belmonte, con su temple, es el que evitó decir más veces a los críticos de su época: “el toro se queda y no pasa”. En si pasaba o no pasaba el toro se fijaban mucho aquellos críticos, porque esto es más importante que la inspiración. Aun en el toro que pasa hay matices. Toros que pasan con facilidad y toros que pasan obligados. Este toreo tiene más calidad, y más técnica, y más riesgo. No es lo mismo “pasar”, que “obligar a pasar”, que “ver pasar”. En lo primero hay imperativo, mando, que no debe confundirse con el contemplativo “ver pasar”, aunque acuse tranquilidad.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://3.gvt0.com/vi/R_1azP3uRgc/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/R_1azP3uRgc&fs=1&source=uds" />
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El toreo tiene una finalidad y no nos cansaremos de repetirlo: dominar al toro, y al toro no se le domina nada más que cuando la muleta tiene el mando de la mano del torero. Con la muleta bien mandada se torea tan limpiamente que el toro va por donde quiere el torero. (Hago excepción del toro de sentido, que modifica la arrancada y sorprende. Pero si se ha visto el toro, debe estar prevenido y no hay excepción). Esos toros que después de muchos pases, algunos muy aplaudidos, llegan “crudos” al momento de la estocada, sin dominar, son los toros que no se han toreado bien, que no se les ha hecho faena, a pesar de los muchos pases, porque el matador, más atento a buscar oportunidad a la monserga de su invención, ha descuidado todas las normas del toreo y ni ha mandado, ni ha templado, ni ha ligado; con lo que queda dicho que no ha toreado. Advierto que no rechazo los adornos, la gracia espontánea de los adornos, con que se resuelve un movimiento inesperado del toro, porque esto es adorno de visión torera, recursos de buen gusto. Lo que rechazo es el adorno reiterado, insistente, porfiador, premeditado, como base y norma del toreo, que ya deja de ser adorno para ser un estilo de dudoso gusto.<br />
Ya tenemos al toro igualado en el sitio donde “tiene la muerte”. Ahora me doy cuenta de que como he puesto mi afición al día, tengo el estoque de madera. Voy a por el otro. Hagan ustedes y el toro el favor de esperar. No voy nada más que hasta la barrera. Vuelvo enseguida.<br />
<br />
Gregorio Corrochano.<br />
Publicado en ABC, 6 de julio de 1954Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-21161559525263229292011-11-10T18:11:00.001+01:002011-11-10T18:17:23.925+01:00El último aliento de Dionisos<span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">La corrida nos recuerda que la vida no es más que un punto de fuga hacia la </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">nada, una mera oportunidad que se esfuma entre dos eternidades. La </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">tauromaquia no representa la vida, es la vida, con su azar, con su tragedia, con </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">su muerte... y con su felicidad. La tauromaquia celebra la vida porque es la vida </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">misma lo que en ella ocurre, y al celebrarla, nos llena de felicidad, es decir, de </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">belleza dionisíaca. No de belleza apolínea, observable, representable, sino de </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">la belleza del dios Dionisos, aquella que embriaga al espectador hasta </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">convertirlo en el propio artista, aquella en la que el hombre se siente pleno de </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">poder y de belleza, es decir, de felicidad, porque siente satisfechos sus </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">instintos, sus necesidades. Y ahora no me estoy refiriendo al instinto de comer. </span><br />
<span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">Ahora me estoy refiriendo al instinto de jugar. De jugar en este caso con la muerte, de ponerse en peligro ya sea en primera o en tercera persona) para </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">ocupar por un momento la línea abismal que separa la vida de la muerte, y que </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">por ello vuelve a la primera más intensa que nunca. </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">Sólo cuando tenemos certeza de la muerte podemos aspirar realmente a </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">disfrutar con hecho de estar vivos, sólo ante el sinsentido de la muerte </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">podemos entender y disfrutar la ausencia de sentido de la vida. El toreo es un </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">arte dionisíaco, que nace instintivamente, como una pulsión muscular y vital </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">irrenunciable, que celebra en cada lance el nacimiento de una tragedia, y que </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">evoca a cada instante el final del Universo. Un arte con mayúsculas que se ha </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">ido desarrollando a lo largo de los siglos en diversos y muy lejanos lugares del </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">planeta, que cobija una complejidad y diversidad de estilos que lo colocan a la </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">altura de cualquier actividad artística humana, la más hermosa, difícil y </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">grandiosa de todas las bellas artes de las que tenemos conocimiento. </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">También por todo esto siguen muriendo los toros. Porque la Tauromaquia es, a </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">día de hoy, una de las escasas oportunidades que le quedan al hombre actual </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">de recordarse a sí mismo, el último aliento de ionisos, una de las últimas </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">tragedias en las que el ser humano comprende el sentido de la vida después </span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">de haber observado y comprendido el verdadero sentido de la muerte".</span><br />
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<span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;"><i>Fernando Sánchez vindel. La tauromaquia. </i></span><br />
<span style="color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif;"><span style="font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;"><i><br /></i></span></span><br />
<span style="color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif;"><span style="font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;"><i>Visto en http://www.cormacarena.com.co/new/documentos/en_defensa/ultimoaliento.pdf</i></span></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-37978006600392688982011-11-10T17:58:00.001+01:002011-11-11T17:43:15.062+01:00La experiencia dionisíaca a través del duende español. <span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">Uno</span><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;"> de los equivalentes a Dionisos es el duende español. En una conferencia del poeta ibérico Federico García Lorca, titulada Juego y teoría del duende, éste nos expone de qué se trata el asunto. El duende es una noción fundamental para poder entender la cultura española. Él está presente en artes como la danza, la música y el canto flamencos, así como en las corridas de toros. Para explicarlo, Lorca hace un estudio de los factores que influyen a la hora de crear arte. Primero toma los conceptos de ángel y musa. El ángel ilumina al artista, vuela sobre él, "derrama su gracia, y el hombre sin ningún esfuerzo realiza su obra, o su simpatía o su danza"; el ángel lo que hace es ordenar, por lo que el artista queda subyugado y no tiene manera de "oponerse a sus luces". Por su parte, la musa dicta. Su poder no es tan fuerte, pues cuando ella se presenta lo hace con cierta distancia de por medio. Ella "despierta la inteligencia, () es muchas veces enemiga de la poesía, porque limita demasiado". Ambos factores, ángel y musa, vienen de afuera: el primero brinda las luces y la segunda provee las formas. Evidentemente, son apolíneos. </span><br />
<br style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">Pero el duende, en cambio, "hay que despertarlo en las últimas habitaciones de la sangre" para que emerja desde los sótanos del ser, vibre en la piel y finalmente se exteriorice, transmitiéndole tal emoción al espectador. Sin embargo, el duende aparece sólo cuando es propicio, no cuando el artista lo determina. No hay manera de encontrarlo intencionalmente, el duende es despótico y caprichoso en este sentido. Tampoco hay manera de explicarlo ni de describirlo, pues las emociones se viven, se conocen directamente desde la experiencia propia, no se aprenden en los libros. A propósito, López-Pedraza indica que "hay un Dionisos en nuestro cuerpo, que está esperando ser contactado y darnos
acceso a la riqueza de sus emociones y sentimientos" Ante este inconveniente didáctico, García Lorca nos describe poéticamente sus experiencias dionisíacas a través del duende: "Sólo se sabe que quema la sangre como un trópico de vidrios, que agota, que rechaza toda la dulce geometría aprendida, que rompe los estilos, que se apoya en el dolor humano que no tiene consuelo". </span><br style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;" /><br style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">Para recrearnos desde el punto de vista de un espectador, el poeta español relata que, en una ocasión, "la cantaora andaluza Pastora Pavón, la Niña de los Peines (...) cantaba en una tabernilla de Cádiz. Jugaba con su voz de sombra, con su voz de estaño fundido, con su voz de musgo" se aferraba de todo ángel y toda musa que estuviese flotando en el ambiente cargado de expectación, se valía de cuanto recurso académico tuviese al alcance. "Pero nada; era inútil. Los oyentes permanecían
callados." La cantaora no encontraba ningún medio que excitase a la audiencia, la cual era tan variopinta como difícil. Agotada y rodeada de un silencio poderoso, penetrante, estremecedor, estoico Pastora Pavón terminó de cantar. En este momento, uno de esos hombrecitos "bailarines que salen de pronto de las botellas de aguardiente, dijo en voz muy baja <<¡Viva París!>>;, como diciendo: <>". </span><br style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;" /><br style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">La reacción de la cantaora no se hizo esperar. Entonces, en un arrebato de locura, se levantó y "se bebió de un trago un gran vaso de cazalla como fuego, y se sentó a cantar, sin voz, sin aliento, sin matices, con la garganta abrasada, pero con duende. (...) Tuvo que dejar a su musa y quedarse desamparada". Así, pues, un duende avasallador abrió las puertas del sótano más profundo de la Niña de los Peines y penetró en la tabernilla, para lanzarse desde aquella voz que pasó a ser "un chorro de sangre, digna, por su dolor y sinceridad", y que "hacía que los oyentes se rasgaran los trajes".</span><div>
<br style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">Otro ejemplo sorprendente relatado por García Lorca, es el de un concurso de baile, donde "se llevó el premio una vieja de ochenta años contra hermosas mujeres y muchachos con la cintura de agua, por el solo hecho de levantar los brazos, erguir la cabeza, y dar un golpe con el pie sobre el tabladillo". Por otro lado, también nos afirma que "ni en el baile español ni en los toros se divierte nadie; el duende se encarga de hacer sufrir". Y es que, como hemos visto en los dos ejemplos dados, y sumándolos al toreo, el duende aparece en las últimas instancias, pues está, como dionisíaco que es, fuertemente conectado con la muerte. Lo apolíneo, en este caso la musa y el ángel, o bien huyen o
bien se lamentan ante la muerte, en cambio el duende lo enfrenta y, si no queda más, la disfruta como se disfruta el último sorbo de licor que aguarda en el culo de una botella, o como se disfruta, aún sin saberlo, el último beso que se le da a una amante. Todavía hay más, "el duende no llega si no ve posibilidad de muerte". </span><br style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;" /><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">Ahora bien, el duende, lo dionisíaco, no se restringe a un círculo único, no se limita a ciertos tipos de arte; tales experiencias pueden presentarse hasta en la vulgar cotidianidad. Sin embargo, como es natural, las artes que más aplican a ellos son la música, la danza, el teatro y la poesía hablada. En un principio, la música y la poesía, al menos la escrita, pertenecían a lo apolíneo. Pero, entonces, éstas eran tan áridas como un tratado de filosofía o un texto de divulgación científica. Fue a partir la irrupción de lo dionisíaco cuando cobraron vida, ya que lo apolíneo se amalgamó con toda ese bagaje emocional propio de lo dionisíaco. Por ende, sea como sea, si lo dionisíaco no hubiese resurgido desde los intestinos griegos o no hubiese penetrado desde los pueblos bárbaros, ¿cómo podríamos concebir el arte hoy en día? Quizás sería como naufragar en la soledad de un desierto, en medio de
una tormenta de arena seca, lejos de la más ínfima gota de agua aún en ese caso, ante el sufrimiento producido por el sol abrasador y por la inclemente sed, en el último suspiro de vida, seríamos llevados por una ola de locura sin poder oponer resistencia, asistiendo a una visión delirante coronada con un Dionisos en toda su mayestática embriaguez. </span>
<span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;"><br /></span><br />
<i><span style="background-color: #fafafa; color: #3c3c3c; font-family: 'Helvetica Neue', Arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 19px; white-space: pre-wrap;">Visto en </span><a href="http://www.predicado.com/work.php?id=268273">http://www.predicado.com/work.php?id=268273</a></i></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-87964522166155127712011-11-10T17:50:00.001+01:002011-11-10T17:52:39.062+01:00Albert Boadella y los toros<span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Albert Boadella en el pregón de la feria taurina de Albacete en septiembre del 2011:</span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" />................<br />
<span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">1) Me gustan los toros porque exaltan la individualidad. Vivimos una fiebre de igualitarismo donde la singularidad, el valor, el sacrificio altruista o la excelencia profesional, se presentan como conductas en desuso fuera de los hábitos rentables del momento. Las masas marcan hoy la corrección práctica y colocan el prestigio en aquellas cosas que consideran a su propio alcance, o sea, al alcance de cualquiera.</span><br />
<span style="font-family: arial, sans-serif; font-size: x-small;"><span style="line-height: 18px;"><br /></span></span><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">2)La segunda razón del decálogo es porque los toros representan la más completa metáfora de la vida. Lo que acontece sobre la arena son los hechos esenciales que mueven nuestra existencia. La vida y la muerte, el dolor, el miedo, el valor, la belleza, la astucia, la prudencia y el arrojo, pero ante todo, el conocimiento y la inteligencia para actuar en el momento preciso. Exactamente como en la propia vida.</span><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"> </span><br /><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">3) La tercera razón de mi decálogo es que me gustan los toros porque no se trata simplemente de un espectáculo. Quizá esta afirmación pueda parecer sorprendente en un comediante pero habrán podido observar que siempre me he referido a la tauromaquia como un ritual. El torero está más cerca del sacerdote que oficia un sacrificio en la misa que de mis propios actores cuando representan una obra y tratan de ofrecer un espectáculo al público en este mismo teatro. </span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">4) El cuarto motivo de mi afición es porque los toros son pura poesía. Existe una confusión generalizada cuando atribuimos la poesía exclusivamente a unos escritos que ocupan la parte central de un libro dejando amplios márgenes a los dos lados. Es una visión muy parcial de la poesía. Una visión limitada estrictamente a lo literario. En especial, si tenemos en cuenta que todo arte ya es de por sí un acto poético. La esencia de la poesía significa que con los mínimos elementos se consigue la mayor emoción. Unos simples pigmentos mezclados con aceite para que Velázquez pintara las Meninas. Una pequeña caja de madera y unas cuerdas de tripa en las que Paganini interpretaba sus maravillosos conciertos de violín. Un trozo de mármol para que Miguel Ángel esculpiera La Pietá con una simple escarpa y el martillo. El espacio vacío de un escenario para que un actor, sin más artefacto que su cuerpo y la palabra, se convierta en personaje épico y nos traslade a otro insospechado universo.</span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Pues bien, esta misma pauta es empleada por el torero que con un sencillo trapo en la mano, solo, en el centro de la plaza, se enfrenta a un animal feroz de media tonelada. </span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">5) El quinto motivo es la condición efímera de una lidia. En una época en la que todo parece reproducible y la mayoría de las emociones son inducidas desde la electrónica o los satélites, el ritual taurino, una vez realizado en directo se convierte para siempre en memoria emotiva porque no es un arte perenne como la pintura, la escultura, la arquitectura o la escritura que pueden permanecer siglos conmoviendo. El torero solo posee una única oportunidad para llegar al público, su arte se quema en el preciso instante que aparece. Una u otra faena memorable la conservamos grabada en nuestros recuerdos más hondos porque sabemos que es única y aquello no se volverá a producir jamás de igual manera. Si hemos tenido la fortuna de presenciar una lidia memorable debemos considerarnos seres privilegiados...</span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">6) El sexto motivo de mi afición es porque la tauromaquia se mantiene despegada de la moda. No sucumbe al frívolo complejo de modernidad que contamina hoy las artes y la sociedad en general. </span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">7) La séptima condición de mi fervor taurino es porque prima el mérito. La inducción al mérito y la excelencia han desaparecido de España en la mayoría de actividades. Son términos considerados ahora, entre los adeptos del sectarismo progresista, como algo de índole reaccionaria que se enfrenta al concepto de igualdad.</span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">8) La octava razón es porque el ritual taurino venera la naturaleza. El toro es el único animal salvaje de Europa al que le ha sido respetado su espacio vital. Al resto, en mayor o menor proporción, el hombre ha ido invadiendo paulatinamente su terreno. </span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">9) El noveno motivo de mi decálogo es porque implanta una forma de pueblo soberano. Nada que ver con las artes escénicas donde el público es un mero observador. O bien, en los deportes, donde como máximo, las masas animan a su equipo pero amedrentan ferozmente el contrario y si tienen ocasión les lanzan objetos encima. En los toros el público es determinante para el éxito de una corrida. </span><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><br style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;" /><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">10) Finalmente, la decima y última razón de mi afición taurina es porque tenemos los anti taurinos. Comprenderán ustedes que un hombre sin enemigos es alguien de no fiar. Por este mismo motivo debemos considerar una suerte para los aficionados poseer adversarios que persiguen la desaparición de la tauromaquia. Ello nos obliga a reflexionar sobre las razones del apego a los toros y nos cuestiona en cada momento nuestra propia ética ante el sacrificio que se ofrece en la plaza. En última instancia, los taurinos siempre conservamos una ligera duda sobre la legitimidad de nuestra afición. Esta es la gran diferencia con los animalistas o taurófobos, los cuales no se plantean nunca la posibilidad de error en sus creencias.</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2311696178723059654.post-52461157691692197122011-11-10T17:48:00.001+01:002011-11-11T22:45:26.638+01:00La admiración en la plaza<span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><b>[Razón 26]: La mayor emoción en la plaza: la admiración</b></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJySnprJX-3zZA-q42OebodFEuJRdGXRf_jnjPOvc3kT7t96ze0K5NS6h6-K7NgwsU29J5lI1nui5Bu-Qkwwcno62M8mA48dMJHZvjtPMzZkjmo3fGOW-59BxNbjn940_FOOdMoHUZCnc/s1600/P1040844-1.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJySnprJX-3zZA-q42OebodFEuJRdGXRf_jnjPOvc3kT7t96ze0K5NS6h6-K7NgwsU29J5lI1nui5Bu-Qkwwcno62M8mA48dMJHZvjtPMzZkjmo3fGOW-59BxNbjn940_FOOdMoHUZCnc/s320/P1040844-1.JPG" width="320" /></a><span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">¿Cuál es la principal y más grande emoción que un aficionado siente, como otros muchos espectadores ocasionales, en una plaza de toros? No es un gozo perverso o maligno, sino una emoción inmediata, tan carnal como intelectual, que se llama admiración. </span><br />
<span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Admiración antes que nada hacia la bravura del toro: por su poder, por su incesante combatividad, a pesar de las heridas y por sus repetidas acometidas, a pesar de sus fracasos. Y admiración también hacia el valor del hombre, por su audacia, su coraje, su sangre fría, su calma, y su inteligencia en relación con el adversario. ¡Sí! Vamos a la plaza, por encima de todo, a admirar. Es el más sano y más delicioso de los placeres.</span><br />
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<span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><i><br /></i></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><i><br /></i></span><br />
<span style="background-color: white; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><i>"50 razones para defender la corrida de toros". Francis Wolff</i></span>Unknownnoreply@blogger.com0